You can...y la Capilla Sixtina
- Alex. luzalfotografos
- 9 jul 2016
- 2 Min. de lectura

Sí!, ya sé que de pronto parece una de esas frases de precampaña política, pero nada más lejos.
Quería recordar aquellos primeros momentos que tuve que enfrentarme a la edición digital con programas de diseño o de fotografía que aún están muchos de ellos por aquí dando guerra y de la mejor, curioso que siendo hoy tantos los programas, como un cocido de garbanzos y que cada garbanzo es uno de esos programas. Insisto; los de siempre buenos y eficientes aún están ahí, mejores y soberbios, hoy el de la P. con sus plugins y sus filtros, luego el de la C. con sus amplias e infinitas posibilidades; pues eso amigos, traté de recordar los momentos aquellos en que recortar o aplicar un efecto de ruido en una foto ya era cosa de una hora y que si mi versión era en inglés y las inches no se entendían para nada con los ppp. o eran lo mismo y yo no lo sabía.
En fin al día de hoy aquí estamos ya muy avanzaditos y revelando elementos con conceptos tan profundos como la luminancia y la cróminancia, pues eso que con paciencia y horas de digestión engullendo unos cuantos bits; se aprende se disfruta y hasta se presume de hacer buenas ediciones fotográficas sin tener que meternos tanto en el túnel de los foto-programadores que hoy saben tanto o mas de informática que de fotografía.
De una sencilla y espontánea imagen que no hicimos con aquella gran intención y que luego al verla dijimos -ah pero si hubiese hecho esto o aquello fíjate¡-, el encuadre, los brillos o la definición y ahí en ese momento te dice -P. o C.-: aquí me tienes dispuesto a tu servicio, tocar esta o aquella barrita hasta obtener el criterio deseado, teniendo en cuenta algunos parámetros para que la imagen no quede hecha un trasto, pero total que para eso están para balancear y resaltar zonas de esa imagen que con un simple “guardar como” otro nombre u otro número en otra carpeta que se llame “mis experimentos” o similar un día tres copias; más balance, más nivel o saturación o lo que desees tocar que la informática es como los cines, tu entras y punto sin mas requisitos con algo de dinero no mucho, y las palomitas son tus imágenes que las comes compulsivo mientras ponen la publicidad en el Cine Capitol y tu miras arriba las cornisas doradas y el tapiz rojo gamusino y dices: Esto no es el vaticano y bueno tampoco es que yo quiera volver a pintar la Capilla Sixtina.
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