Aferrados a la naturaleza, retratos.

Cada hombre se debe a su tiempo y al espacio que habita, con el sentido de comprensión social que esto conlleva, los personajes tienen ese magnetismo que nos lleva a mostrarlos.

J.L. Borges en “Otras Inquisiciones” dijo que: El tiempo es la sustancia de que estoy hecho. El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río;... El mundo desgraciadamente, es real; yo, desgraciadamente, soy Borges."

En “Aferrados a la naturaleza, retratos” dejamos sentado que el hombre pertenece a su espacio y de ahí cruzamos la frontera de lo psicológico para mostrar mas allá de ellos, su contexto y su propia historia. Las leyendas de su tierra, cohabitan con su realidad cotidiana y viceversa. En ellos está el mundo al que pertenecen en todas sus dimensiones.